La iglesia de la Magdalena, fundada en 1582, es un magnífico ejemplo del estilo gótico aragonés.
La fachada a dos aguas de la iglesia está enmarcada por dos contrafuertes de base rectangular que se estrechan hacia arriba, con contornos curvos y puntas redondeadas, culminando en una cruz.
El portal renacentista, cerrado por dos semicolumnas de piedra decoradas con motivos catalanes, está rematado por un tímpano triangular y una ventana rectangular, en eje con el propio portal.
La fachada también está adornada con dos grandes pilastras de basalto.
En el lado izquierdo, contrafuerte como el derecho, se alza el campanario.
El edificio, de una sola nave con bóveda de madera, está dividido en cinco tramos, sostenidos por tres arcos apuntados, cuyos fuertes contrafuertes exteriores dan estabilidad y grandeza a la estructura.
El ábside cuadrangular, caracterizado por una bóveda de crucería con nervios de piedra que descansan sobre ménsulas finamente trabajadas, alberga un altar de madera policromada y dorada, probablemente realizado por un artesano anónimo durante el siglo XVII.
El altar tiene un nicho decorado con volutas de acanto, en cuyo interior hay una estatua de María Magdalena.
Junto al presbiterio hay otros dos altares: a la derecha, se puede admirar la estatua de Cristo resucitado, mientras que a la izquierda está la Virgen del Carmelo.
Además, una pequeña hornacina en el muro izquierdo alberga la efigie de Santa Lucía.