La Tumba de Gigantes de Pedras Doladas aparece definida únicamente en el corredor funerario. El cuerpo de la tumba, de 15 metros de longitud, conserva una docena de losas perimetrales rotas y en gran parte destrozadas.
La exedra está completamente dañada en el ala derecha, mientras que en el ala izquierda presenta siete ortostatos prospectos, todos astillados en la parte superior, algunos inclinados y otros volcados.
La cámara sepulcral, de planta rectangular de 11,40 metros de longitud y 1,5 metros de altura, está delimitada en los laterales por ortostatos de tamaño grande y mediano y está precedida por un cuello de botella formado por dos losas que servían de jambas de la estela centrada.
De esta última, quedan visibles la caja inferior y un pequeño fragmento de la media luna superior, mientras que los demás restos siguen enterrados.
La caja inferior, en posición caída con la cara contra el suelo, tiene forma trapezoidal con bordes redondeados y lados ligeramente convexos de diferentes tamaños. El lado inferior, en cambio, es oblicuo. En su grosor superior presenta un pliegue clásico.
El segundo fragmento de la estela presenta un perfil superior curvo bordeado por un marco en relieve.
Este enterramiento es importante por la presencia de tres menhires ojivales de rostro esquematizado. Se distinguen por llevar en el cinturón una especie de «objeto» con motivo de pala, en sustitución de la daga más común.
Las dos tumbas de los alrededores se denominan Pedras Doladas II y Pedras Doladas III.